El régimen franquista quiso sostener su ideario sobre una columna fundamental: la familia. Para ello dispuso el sometimiento de la mujer en todos los aspectos y un entramado de limitaciones jurídicas, educativas, sociales, familiares, laborales, etc que recortaba extremadamente sus libertades. Para una mujer, tener un hijo fuera del matrimonio suponía en aquel contexto sufrir las más crueles vejaciones de una sociedad sometida a unos códigos de conducta que llevaban al extremo la moral católica y que castigaban con severidad cualquier actitud que se saliera de la norma.
Nos encantaría veros por allí.